La musa llega y esta vez un poco confusa. La situación
cada día es más fuerte y nos está dejando solos. ¿QUE HACER, QUE HACER, QUE
HACER? es la interrogante milenaria. Nuestra juventud se debate entre el dilema
de quedarse o irse del país, nuestra sociedad civil culpa a los partidos políticos
y estos le devuelven la pelota. Estamos en un dilema y esto es más que notorio.
"No se hace un país diferente con gente indiferente" una frase que
cabe a la perfección para nuestra amada Venezuela que atraviesa uno de sus
peores momentos, para no decir que es el peor, en su historia republicana.
Para aquellos que siguen conservando y utilizando el
hito histórico del 6D como ejemplo para la venidera contienda, es claro que,
las distintas fuerzas vivas de la nación no están satanizando el voto ni la
salida electoral, al contrario, seguimos creyendo en que es uno de los métodos
por el cual saldremos de esta crisis porque de no hacerlo, estaríamos buscando
la traumatizante y desproporcional salida bélica, sino el hecho de que, más que
unas elecciones es un acto de "simulacro electoral" convocado por una
ilegítima y condenada ANC por encima del máximo órgano electoral para la perpetuación
de la dictadura en el poder. Es una aberración fraudulenta e inconstitucional
en todos los sentidos. A esto se le suma que, las condiciones no son las mismas
a las de unos años atrás. La cambiante fecha para la contienda por la silla de
Miraflores, la falta de garantías reales y transparentes, la mazamorra de elecciones
a los Consejos legislativos y municipales conjuntamente con la presidencial son
claros ejemplos que las condiciones NO son iguales. Nos convocan a un partido
de futbol en donde el árbitro no tiene credencial alguna y esta evidentemente
parcializado, no nos permiten hacer gol y el equipo contrario decide a los
miembros de nuestro equipo. Un ejemplo básico y lineal de lo que a muchos nos
costaba entender. Ahora, la pregunta que se ha convertido en un acertijo
nacional debe ser respondida de una vez por todas: ¿QUE HACER?
Seguiré siendo fiel creyente de la libertad porque ha
sido nuestro estandarte de lucha, pero también de los partidos políticos que
son vitales para la democracia por la cual peleamos y tratamos de recuperar. Si
execramos a estos, estaríamos rayando en la hipocresía o la ingenuidad porque
la democracia es un estado de partidos. Seguiré apostando mil veces a esos
detalles que nos unen y dejando a un lado los que nos dividen como hermanos. Seguiré
creyendo firme y sólidamente en la participación ciudadana en todos sus
aspectos para concretar el cambio que tanto profetizamos, dejando a un lado los
acérrimos reconcomios y divisiones estériles para darle paso, definitivamente a
la reconciliación, respeto y armonía que tanto clama nuestra patria. No creo en
la polarización ni el sectarismo porque, es la hora de todos. Es la hora de los
gremios, de los partidos políticos, de los sindicatos, movimientos
estudiantiles, es hora de las iglesias y ONGs, es la hora de la gente, es la
hora de jóvenes y adultos mayores, la hora de guayaneses y zulianos, andinos y
orientales, capitalinos y llaneros, es la hora de los criollos y extranjeros,
es hora de médicos y abogados, ingenieros y administradores, es la hora de los
trabajadores y empresarios, amas de casa y profesionales del volante, es la
hora de MÃS ACCION y menos DICCION para conquistar y recobrar lo que por
derecho nos corresponde. Hagamos honor a la letra de nuestro Himno Nacional
"la fuerza es la unión". ¡Si se puede!
@JorgeFSambrano
#RendirseNoEsUnaOpcion
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