Luego
de tantos años de demolición en todos los aspectos, muchos tenemos la firme e
inamovible convicción de que nos acercamos a una nueva etapa de reconciliación
y reencuentro con lo positivo de Venezuela. La mayor preocupación para muchos
en estos tiempos tan tóxicos y destructivos es si realmente hemos aprendido
como Nación, después de este desierto llamado "Revolución", a
distinguir la verdad de la mentira, el bien del mal pero estoy convencido de
que así es. Este calvario no ha sido en vano.
Hay
un interés sorprendente que ha surgido en medio de este pantanal ideológico
llamado "Socialismo del siglo XXI" y es el interés de la juventud
venezolana por los asuntos Políticos. Ese interés ha incrementado de una forma
avasallante en los últimos tiempos. Pero, ¿a qué se debe ese fenómeno?
Muchos
consideran que hacer Política es una ciencia, estudiada y analizada, otros como
un arte habilidoso, y hay algunos que lo consideran un Don, nacer para ser
Político. Pero, no debemos enfocarnos en su definición sino en la percepción
colectiva que se tiene, me atrevo a decir, en casi toda Venezuela, sobre ser
Político. Y es que, ser Político pareciera, al menos en nuestro País, el oficio
del escándalo, la mentira, la trampa, la "charla", el desencanto y un
gigantesco etcétera muy negativo. Eso a su vez ha generado una serie de
insultos y frases cliché como: "la Política es asquerosa", "los
Políticos todos son unos vividores corruptos" y el pare usted de contar es
tan grande que no viene al caso citar. He allí la génesis del verdadero reto
para los que hacemos Política: cambiar definitivamente ese concepto que se ha
acentuado luego de tener a los peores de la historia, sin importar el color, en
el Poder.
Después
de una desenfrenada destrucción, constante e implacable persecución y por el
terror infundido por esta Dictadura, existe una nueva *Generación de Cambio*
que se ha ido formando y que hemos adquirido el compromiso más grande de
nuestras vidas: reconstruir nuestro País en todos sus sentidos y la manera de
hacer Política no iba a quedarse en la banca. Por eso vemos que en la
actualidad las paradas de los Buses, las aulas de clases, las colas de los
Supermercados, las reuniones con familiares, amigos, e incluso con desconocidos
se han convertido, en los escenarios perfectos para los debates de opiniones y
criterios del panorama Político nacional e internacional. Algunos racionales
otros no tanto, pero al fin y al cabo, innegablemente siempre el tema que sale
a relucir es el mismo: la Política.
Es
un logro el cual toda la ciudadanía debe de sentirse orgullosa de que jóvenes
con un talento descollante, valores morales intachables, ideas innovadoras y
una visión de futuro muy diferente hayan tomado protagonismo sacrificando
momentos, sus trabajos, materias en las carreras universitarias y arriesgando
sin miedo y sin temor incluso hasta sus vidas para mantener viva la fe y la
esperanza de una Venezuela distinta para todos por igual.
Aunque,
siguen habiendo muchos que lo toman como negocio y otros más que juegan a ser
Políticos y contribuyen a que la percepción que intentamos cambiar siga sólida.
Ser Político y no estar preparado preocupa y mucho. Por eso, hay que
prepararse, hay que sudarse, hay que esmerarse, hay que hacerlo con humildad,
disciplina y constancia. Tenemos vocación pero, la vocación es el inicio de
toda base de éxito en la rama a la cual se vaya a dedicar.
Ya
empezó El amanecer del Renacimiento de la Política en este País porque los
jóvenes que nos hemos adentrado a este mundo Político estaremos al servicio de
nuestra gente y le devolveremos la dignidad y el honor a esta noble profesión.
Recuerden siempre y que la duda no invada sus pensamientos que cumpliremos con
mucha determinación el compromiso por Venezuela y los venezolanos porqué lo que
hacemos en vida ¡resonara en la eternidad!
Jorge Francisco Sambrano
@JorgeFSambrano
#RendirseNoEsUnaOpcion
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