Jorge Francisco Sambrano
“Lo que no logramos con los votos lo lograremos con
las balas” afirmó hace unas lunas atrás el presidente obrero y pareciera, en
primera instancia, que ha surtido efecto y está muy vigente. El régimen ha
incrustado la semilla de la desconfianza, la división y el egoísmo en los
corazones de muchos venezolanos. El apartheid en su grandioso esplendor. Más
allá de la nefasta y terrible crisis que carcome vorazmente a la mayoría, el
sueño conformista criogénico ha estado haciendo de las suyas sin parar y esto
tiene como resultado no tener participación alguna en ningún asunto. ¿Realidad
o simple cháchara?
Las noticias sangrientas y horripilantes han abundado
desde el génesis revolucionario y siguen conmocionando a nuestra gente. Pero,
más allá de causar asombro y rechazo a la dictadura, pareciera que crea un
sentimiento de división a quien no comparta, comente y pronuncie en contra de
la misma. La consecución por los “likes” o “retwets” se ha convertido en una acérrima
lucha de gladiadores y el Coliseo son las redes sociales. El régimen con su
maligno laboratorio auspicia cualquier tipo de imágenes o noticias y esta corre
velozmente como una bola de nieve. En vez de usar esas valiosas herramientas
que la tecnología nos ha brindado, la han convertido en bochornosos y estériles
clubs de debates, paredones de fusilamiento sin piedad y el muro de los
lamentos y llantos. La terrible consecuencia es menos participación y una gran
confusión para muchos que están al pendiente de lo que sucede.
Estamos nuevamente en un año electoral y la carrera
presidencial ha comenzado. Más allá de causar emoción ha desencadenado
cualquier tipo de improperios y descalificaciones no para el candidato del régimen
y autor de la crisis, lo sorprendente es que es para los posibles candidatos de
la oposición democrática. Insólito pero, real. “Si no es fulano, no”, “ese
viejo esta quemao”, “otra vez éste pana”, y extenso etc. son los comentarios
más cotidianos y sutiles que nos encontramos con respecto a este tema. No
existe un tabulador para medir las aspiraciones de otro ya que son legítimas de
todo ser. No debe existir alguna crítica por aquel que aspira más, al
contrario, es digno de enorgullecerse ante esta era de conformismo. Las
profesiones no están por encima de ninguna y sus aspiraciones tampoco. ¿Es
inferior aquél político que quiera ser concejal o presidente a un médico que
quiera hacer un PHD en una universidad europea o norteamericana?, o un ejemplo
más básico ¿se ha de tachar aquel que quiera pasar de una moto a una camioneta
porque su esfuerzo lo vale? El trabajo rinde frutos y la dedicación tiene cosecha.
Eso es ley de vida desde tiempos inmemoriales y no podemos despotricar en su
contra porque el único favorecido es el régimen.
Más participación es la clave ante toda ésta ola de
información tóxica y dañina, ante las artimañas y jugarretas. Más
participación, más motivación, más inclusión, más propuestas y acciones, menos crítica
destructiva y más inclusión, más unidad y menos individualidad porque Venezuela
y nuestro pueblo lo aclama imperantemente. Es una tarea que nos corresponde a
todos por igual. La ciudadanía con su legítimo derecho a superar esta miseria y
a decidir su destino a través del voto libre, seguirá en las calles de todo el
país hasta hacer a un lado de la historia la violencia y la brutalidad de los
que hoy tienen el poder para así lograr la paz y la reconciliación de todo un
pueblo. ¡Si se puede!
@JorgeFSambrano
#RendirseNoEsUnaOpcion
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