Jorge Francisco Sambrano
La neblina agobia mis sentidos tratando de descifrar esta
situación por días y, una frase de Bernard Russell retumbó en mi mente:
"Yo suponía que la mayoría de las personas preferían el dinero a cualquier
otra cosa, pero me di cuenta de que aún les gustaba más la destrucción",
justo en el blanco porque hoy, lamentablemente nuestro país está destruido
desde sus cimientos más profundos que son los sueños, metas y anhelos de su
futuros herederos: la juventud venezolana.
Por mucho tiempo, los jóvenes han recibido en su
espalda el inclemente látigo del Régimen y, su frente ha estado azotado por
gas, perdigones y balas. Como si se tratara de un pecado mortal milenario soñar
y luchar por los planes de vida que se posea. El 2014 dejo compañeros asesinados,
Bassil y Robert fueron los primeros en la lista negra de los represores que hoy
no olvidamos.
Luego, en pleno 2017 cuando el asfalto nuevamente nos
convocó esa lista se tornó mucho más oscura y con ella, el terror hizo de las
suyas. Más muerte, más exiliados, más frustración. Eso es lo que hoy, reina en
cualquier espacio en donde se desenvuelva la juventud y es que, Robespierre
afirmó mucho tiempo atrás: “Si el resorte del gobierno popular en tiempos de
paz es la virtud, el resorte del gobierno durante la revolución es, al mismo
tiempo, la virtud y el terror, la virtud sin la cual el terror es mortal, el
terror sin el cual la virtud es impotente". Pues, el terror actualmente es
su arma más poderosa.
El terror comienza como un instrumento para alcanzar
la utopía o para mantenerla. Luego se convierte en un fin en sí mismo. La
irracionalidad de esto tiene dos causas. Primero, es la expresión eminente del
odio político. La moral es sustituida por la pasión. El enemigo no es un ser humano,
es una alimaña que no merece vivir.
Ese terror ha hecho que actualmente la juventud se
debata y afirme minuto a minuto que Maiquetía es la Única salida, ese terror ha
hecho que muchos renuncien para trabajar, reunir algunos cobres para irse así
sea por los caminos de la jungla, ha hecho llorar constantemente lágrimas de
sangre por la indignación de no cumplir sus metas y ver a familiares no tener
que comer, un terror que ha llevado a pensar por mera necesidad si irse a una
peligrosa e infectada mina o quedarse ganando sueldo mínimo, entre tantas
cosas, el terror infundido por este régimen ha hecho que una juventud luche en
una economía de sobrevivencia y ha hecho creer que este es un país sin
oportunidades.
Ahora, una frase de Don Jefferson canta retruco:
"He jurado ante el altar de Dios, hostilidad eterna contra toda forma de tiranía
sobre la mente del hombre" y esa tiranía terrorífica que hoy está en el
poder ha de ser combatida por la fuerza imparable de nuestras convicciones e
ideales.
Ese terror que hoy nos corroe como juventud ha de ser
dominado y expulsado de nuestros sentimientos porque somos nosotros los que
llevaremos las riendas del cambio y la reconstrucción de nuestra nación. La
motivación se alcanza, la disciplina se construye y por los sueños se lucha y
es que "en tiempos de crisis, nacen los grandes emprendedores y los
grandes liderazgos".
@JorgeFSambrano
#RendirseNoEsUnaOpcion
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